Parte esencial de la Real Cofradía, las Celadoras son un grupo de alrededor de cincuenta mujeres, que ponen a disposición de la Virgen todo su cariño, tiempo y alegría en pasar por las casas de los cofrades para cobrar los recibos y ofrecerles la lotería navideña.
Manifiestan así su amor a la Virgen, con su ejemplo de abnegación y Fe.
Relación de Celadoras de la Mare de Deu del LLedó a Octubre 2023
A mi querida Reina le quiero relatar un poquito de mi vida. Siempre le pedí a la Virgen que me gustaría poderla servir el resto de mi vida. Así sucedió al finalizar mi paso por la Junta de Gobierno, fue entonces cuando me ofrecieron ser celadora.
El trabajo de la celadora es antiguo, muy duro y a veces poco gratificante ya que en su mayor parte consiste en ir calle por calle y casa por casa, tardes enteras, vendiendo lotería, cobrando recibos, inscribiendo o dando de baja a cofrades, pero todo trabajo realizado con cariño y amor no tiene precio, como así sucede en este caso, ya que lo hacemos por la Lledonera.
Además de esta tarea diaria en ciertas épocas del año, también tenemos otras tareas como fomentar el amor por la Virgen en todos los castellonenses, realizamos algunos actos como por ejemplo en el 2012 el primer día de triduo que fue el 03 de mayo organizamos nosotras la misa, fue "la Misa de las celadoras" y tengo que decir que fue un día muy especial que seguro repetiremos.
Luego en las Fiestas de la Patrona, tenemos nuestros bancos reservados, para nosotras, que somos las que nos preocupamos de recoger ilusión, amistad y "dinerito", que también se necesita, ya que hay gastos en todos los eventos. Por eso, Cofradía y celadoras vamos todos por el mismo camino, trabajar con ilusión sin nada a cambio, solo por amor a Ella.
El día más bonito, que es el día de la Fiesta Principal, podemos salir con teja y mantilla acompañando a la Virgen. Yo la acompaño con cantos luego de haber tocado la Sabatina. Tras acompañarla, dentro de la Basílica, todos esperamos su entrada para seguir emocionándonos cantándole los Gozos y la Salve.
No todo es trabajo para las celadoras. Una vez al año nos juntamos y nos vamos de viaje, pasamos un día fuera compartiendo experiencias, recuerdos y acrecentando nuestra amistad. Yo uno de los viajes que recuerdo con más cariño fue el que realizamos a Cuenca, ya hace unos cuantos años, fuimos en autobús, vimos su Iglesia, pasamos un ratito de compras, paseamos y nos fuimos a comer a un hostal y después la vuelta, fue un día perfecto. Con esta serie de actividades aumentamos nuestra fraternidad y unión, puesto que para servir a la Virgen debemos estar todas unidas.
Las celadoras tenemos la suerte de ser un grupo muy numeroso y bien avenido. Pasamos bastantes horas juntas en reuniones, en las Misas del cofrade y en algunos actos que organizamos y tengo que decir que para todas son momentos maravillosos, inolvidables y que disfrutamos muchísimo todas juntas.
Por otro lado, hay que agradecer y reconocer la tarea de la Tesorera de la Junta de Gobierno que es la que se encarga de organizar todas nuestras carpetas, recibos, viajes,…, es un trabajo muy costoso y por ello también debemos de agradecer y felicitar por lo bien que se hace y con el cariño que se lleva.
El ser celadora es una experiencia única que no todo el mundo tiene la suerte de vivir, por ello yo me siento una persona afortunada, ya que siempre he sido cofrade, también fui miembro de la Junta de Gobierno de la Cofradía y ahora tengo la suerte de ser Celadora y pianista de la Virgen, todo para poder estar cerca de la Lledonera, servirla y poderle dar las gracias por todo lo que nos ofrece día tras día.
Por ello, cuando me ofrecieron la oportunidad de escribir un artículo sobre qué se siente siendo celadora o cómo es la experiencia de serlo fue un momento muy especial y tengo que admitir que me ha costado expresar con palabras lo que siento y lo que vivo como Celadora.
Si tuviera que decirlo con pocas palabras diría:
"A la Verge vull cantar
A la Verge vull pregar
A la Verge vull tocar
Perquè sóc de Castelló,
i sóc filla de la Mare de Déu de Lledó"
Ser celadora es una experiencia ÚNICA e INOLVIDABLE.
Lidón Navarro Monserrat